Estamos a punto de cerrar un capítulo más. 2024 se despide y, con él, dejamos atrás un año lleno de aprendizajes, desafíos y momentos que nos han marcado. Ahora es el momento de mirar hacia adelante, de visualizar lo que queremos lograr en 2025. Sin embargo, por más buenas intenciones que tengamos al hacer nuestra lista de propósitos, muchas veces sentimos que algo nos detiene, algo invisible que sabotea nuestras metas incluso antes de empezar.
Ese "algo" son nuestras creencias limitantes, una especie de filtro mental que nos hace ver los obstáculos más grandes de lo que son y nuestras capacidades más pequeñas de lo que realmente son. Pero la buena noticia es que, al ser conscientes de ellas, podemos transformarlas y abrirnos a un mundo de posibilidades.
Imagina que llevas unas gafas que deforman la realidad, haciéndote creer que no eres lo suficientemente capaz, fuerte o valioso para lograr lo que deseas. Esas gafas están hechas de creencias limitantes: pensamientos que asumes como verdades absolutas, pero que en realidad no son más que interpretaciones o conclusiones basadas en experiencias pasadas, el entorno en el que creciste o incluso miedos infundados.
Algunos ejemplos comunes de creencias limitantes son:
Estas frases no son verdades, pero actúan como si lo fueran, moldeando tus decisiones y tu comportamiento.
Cuando decides tus objetivos de Año Nuevo, lo haces desde un espacio de esperanza e inspiración. Pero si tus creencias limitantes no han sido identificadas y desafiadas, funcionarán como un ancla que te mantiene en el mismo lugar. Por ejemplo:
En resumen, no importa cuán ambiciosas o emocionantes sean tus metas si tus creencias limitantes están frenando tu avance.
El primer paso para superar estas barreras invisibles es reconocer que existen. A menudo, están tan arraigadas en nuestra mente que no somos conscientes de ellas. Aquí te dejo algunos pasos prácticos para detectarlas:
1. Reflexiona sobre tus metas actuales.
Elige un objetivo que te emocione, pero que también te genere dudas o temor. Por ejemplo, “quiero hablar en público” o “quiero mudarme a otro país”.
2. Escribe tus pensamientos automáticos.
Pregúntate:
- ¿Qué me detiene de lograr este objetivo?
- ¿Qué me digo a mí mismo sobre mi capacidad para alcanzarlo?
Escribe todo lo que venga a tu mente, sin censurarte. Tal vez surjan frases como:
- "No soy lo suficientemente bueno."
- "No tengo tiempo."
- "Esto no es para mí."
3. Busca patrones.
Verás que muchos de esos pensamientos están construidos sobre miedos, inseguridades o experiencias pasadas que no necesariamente tienen que definir tu futuro.
Una vez que hayas identificado esas ideas que te frenan, es momento de desafiarlas. Aquí te comparto un proceso para convertir esas barreras en impulsos que te acerquen a tus metas:
1. Cuestiona su validez.
Pregúntate:
- ¿Es esta creencia 100% cierta?
- ¿Qué evidencia real tengo para pensar así?
- ¿Es posible que esta idea esté basada en un miedo o en una experiencia del pasado que ya no aplica?
Por ejemplo, si crees que "no eres creativo", pregúntate: ¿nunca he hecho algo que requiera creatividad? Quizás descubras que esa creencia no es tan sólida como pensabas.
2. Reemplázalas por creencias potenciadoras.
Cambia el discurso interno. Si antes pensabas "No soy bueno en esto", comienza a decirte: "Estoy aprendiendo y mejorando cada día". Repetir estas frases positivas no solo cambia tu mentalidad, sino que también impacta en cómo te comportas.
3. Toma acción para demostrarte lo contrario.
Nada vence a una creencia limitante más rápido que la acción. Si tu meta es aprender algo nuevo y tu creencia es que "es demasiado tarde para mí", inscríbete en un curso pequeño y celebra cada avance. Cada paso que tomes será una prueba tangible de que eres capaz.
Este año, cuando escribas tus propósitos, empieza desde un lugar de confianza. En lugar de simplemente listar lo que quieres hacer, añade una reflexión sobre lo que crees de ti mismo en relación con cada meta. Por ejemplo:
- Propósito: "Voy a aprender a tocar la guitarra."
Reflexión: "Aunque creo que no tengo talento musical, voy a dedicar 15 minutos diarios para practicar y demostrarme que puedo mejorar con el tiempo."
Antes de escribir tus propósitos para 2025, dedica unos minutos a este ejercicio:
1. Haz una lista de 3 creencias que sientes que te han limitado en 2024.
2. Escribe una versión alternativa y potenciadora de cada una.
3. Elige un pequeño paso para empezar a actuar en contra de esas creencias.
Por ejemplo:
- Creencia limitante: "Siempre abandono las cosas."
- Creencia potenciadora: "Puedo comprometerme a pequeños pasos y celebrar cada avance."
- Acción: Apuntarte a una actividad de corta duración, como un taller de 4 semanas.
Romper con las creencias limitantes no es fácil, pero tampoco es imposible. Se trata de un proceso continuo, donde cada paso que des fortalece tu confianza y amplía tus horizontes. Este 2025 no dejes que las barreras invisibles definan lo que puedes o no lograr. En su lugar, comprométete a observarlas, desafiarlas y superarlas.
Recuerda:
No son tus circunstancias las que determinan tu éxito, sino lo que crees sobre ti mismo y sobre lo que eres capaz de lograr.
Subscríbete para recibir la Newsletter de Javier Luxor y sus "Mind Manager Podcast" directamente en tu Bandeja de entrada.
DÉJAME TU NOMBRE Y TU MEJOR EMAIL para que pueda enviarte los próximos videos de mi "Mind Manager Podcast". Videos breves y directos donde repasaré para ti los estudios psicológicos más relevantes con técnicas de aplicación directa al mundo de la empresa.
50% Complete